Calle de Prior



La calle del Prior, angosta e irregular, fue antaño, y aún lo es, una de las calles más animada, a veces bulliciosa, de la ciudad. En el siglo XIX los cafés allí instalados la convirtieron en calle del "pecado" y la alegría. También, como contraste, fue calle de la pena y del llanto por el frecuente paso de los cortejos fúnebres hacia la Puerta de San Bernardo, en lo alto del parque de San Francisco, lugar tradicional de despedida de los duelos. Siempre, como lugar céntrico y frecuentado, mantuvo su carácter comercial. Recibió su nombre por el paso anual del Prior del monasterio de San Vicente de camino hacia el Concejo. Fue lugar escogido para el asentamiento de casas nobles: La casa de los marqueses de Castellanos, a la altura de la calle Prado, la casa de los Tejeda, frente a la calle Espoz y Mina, y el espléndido palacio de Monterrey, en su último tramo.


Calle de Prior en el plano basado en
Francisco Coello de 1858 y en 2012
















Casa de los Tejeda en la calle del Prior
Sede del Gobierno Civil entre 1916 y 1948


La casa de los Tejeda fue construida a finales del siglo XV por D. Juan Tejeda, regidor de Salamanca, señor de Alcornocal y Modoziel, casado con Dª Leonor de Zúñiga, hija de don Pedro de Zúñiga, señor de Cisla. La entrada de la casa, al igual que otras de la nobleza salmantina de la época, estaba caracterizada por una puerta con arco de medio punto de grandes dovelas, sobre ella se abría un ajimez con mainel a cuyos lados se situaban las piedras armeras de su propietarios, a la izquierda para el observador, la principal, la de Tejeda y a la derecha la de Zúñiga. Las reformas realizadas en los siglos siguientes hicieron desaparecer este ajimez transformándolo en balcón cuyas barandillas metálicas atravesaron desafortunadamente los blasones, considerados piezas sobresalientes del gótico hispano-flamenco. La misma suerte corrieron otros huecos de la fachada. El solar, de unas dimensiones de 30 por 68 varas (vara castellana= 0,835905 m), disponía, además de la casa con bajo y dos alturas, de un jardín, de un patio y un corral. La casona perteneció al mayorazgo de los Tejeda y por azares de los cruces genealógicos acabó en manos del Conde de Villagonzalo, que al disponer de otras casas de más entidad para residir en Salamanca debió dedicarla al arrendamiento como método de sufragar los gastos y reparaciones necesarias. 
Con intención de construir su edificio, fue comprada por el Colegio Militar de Alcántara, que había tenido en arrendamiento el palacio de Abarca-Almaraz durante el siglo XVII y XVIII, pero sus pequeñas dimensiones para establecer el Colegio, o tal vez otro tipo de problema, impidió su derribo. 
El último propietario de la casa del que tenemos noticias fue D. Manuel Sánchez Tabernero, marqués de Llen, Tras un incendio en 1910, del que pudo ser rehabilitada, fue cedida al Estado y el 2 de marzo de 1916, tras su reforma, se instaló el Gobierno Civil de Salamanca, abandonando un deteriorado palacio de Anaya que fue devuelto a la Junta de Colegios para su rehabilitación como edificio estudiantil. 
Tras veinte años de utilización quedó patente que el caserón no era el lugar adecuado para albergar los servicios del Gobierno Civil. Un grupo de arquitectos de Salamanca redactó en 1935 una propuesta para trasladarlo a un nuevo edificio que habría de construirse en la Plaza de Colón, evidentemente el proyecto no llegó nunca a ejecutarse. Hubo que esperar a 1948 para verificar el traslado de la institución a un nuevo edificio construido en la Gran Vía que había sido diseñado en 1946 por el arquitecto Fernando Ramírez Dampierre. El viejo caserón de los Tejeda fue finalmente derribado en 1958, algunos de sus restos significativos se trasladaron a la casa principal de la finca Tabera en Tabera de Abajo. En su lugar se construyó a mediados de la década de 1960 un edificio, con bajo y cuatro alturas de piedra franca con ventanas salientes de aluminio, dedicado a residencias particulares, locales comerciales y oficinas, y cuya entrada principal está la calle Prado. 

LOPEZ BENITO, C.L. y RUPEREZ ALMAJANO, N.: Aportación al estudio de la nobleza salmantina en la Edad Moderna a través de sus casas. Studia Historica. 1993
ÁLVAREZ VILLAR, J.: De heráldica salmantina: historia de la ciudad en el arte de sus blasones. Universidad de Salamanca. 1966. 
NIETO GONZÁLEZ, J. R. y PALIZA MONDUATE, M. T.: La arquitectura en las dehesas de Castilla y León. Consejería de Agricultura y Ganadería. Valladolid, 1998. 
NÚÑEZ IZQUIERDO, S.: Imagen, poder y arquitectura en la Salamanca de la época franquista. Universidad de Salamanca. 2013


© C.H. fc 01/07/16 Rev. 00