Harinas Santa Elena


Edificio principal de la fábrica de harinas "Santa Elena"



Esta singular construcción fue diseñada por el arquitecto D. Ricardo Pérez como edificio principal de la fábrica de harinas "Santa Elena". Se edificó hacia 1927 entre las calles Ronda de Labradores y de los Mínimos, hoy Calle Valencia y Rodríguez Fabrés. 
La fábrica había sido levantada veinte años antes, cuando todavía el sector era poco más que un descampado entre las vías del ferrocarril de Portugal (Avda. Portugal) y el arrabal de la Puerta de Zamora. El lugar era conocido como "las eras de los Mínimos", por el convento que años antes lo había ocupado, y fue una de las zonas preferidas por los jóvenes para practicar el novedoso deporte del foot-ball.
La sociedad Capdevila Hermanos, cuyos socios eran Dª Purificación y D. Ramón Capdevila Gelabert, levantó allí el cuerpo de Fábrica y almacenes con una superficie aproximada de 2500 m2. La maquinaria, movida por electricidad, fue instalada por la casa suiza "Buhler", con una capacidad trituradora de 15.000 kilos diarios. Su inauguración tuvo lugar el 9 de noviembre de 1909 y la gerencia de la empresa quedó en manos de otro de los hermanos Capdevila, D. Luis Capdevila Gelabert.

Fábrica de Harinas de Santa Elena.
Mundo Gráfico 25-09-1912
D. Luis era ingeniero de caminos y en aquel tiempo era ingeniero director de carreteras de la Diputación Provincial de Salamanca. Había nacido en Madrid en 1876 y fue un destacado empresario y político de la Salamanca de la primera mitad del siglo. Militaba en el partido Reformista que estaba fuera del sistema político impuesto en España desde la restauración borbónica denominado turnismo que hacía suceder en el gobierno a Liberales y Conservadores, pero al contar con el apoyo de la industria hidroeléctrica y de la construcción llegó a ser diputado provincial por la circunscripción de Vitigudino en la elecciones de 1923, si bien solo estuvo en el cargo un mes ya que el Tribunal Superior declaro nulo el escrutinio y proclamó en su lugar a Enrique Carrión Vecín. Murió en 1949 siendo en sus últimos años un activo socio de la Unión Deportiva Salamanca. 

Así describía El Lábaro del 9 de noviembre de 1909 la inauguración de la La Fábrica de Santa Elena: Ayer, a las tres de la tarde, fue bendecida por el Párroco de San Juan de Sahagún la maquinaria de la nueva fábrica de harinas «Santa Elena», propiedad de los Sres. Capdevila. Y fueron puestas en marcha las máquinas, empezando la fábrica sus elaboraciones. El edifico, emplazado entre la Ronda de Labradores y la calle de los Mínimos, tiene de dimensión 30 por 10 metros. Consta de tres pisos y foso, distribuidos en la forma siguiente: Foso, para el fuego de transmisiones. Piso 1º siete cilindros. Piso 2º, deschinadora, columna despuntadora, monitor, separador de semillas, saturadora, báscula automática, cepilladora, recolector y desatador. Piso 3 °, planchisters centrífugos, rociador, tornos, ciclón, depósito de aguas, etc., etc. Adherido a ella se encuentra un molino Monarh que tritura 22.000 kilos diarios de semillas para piensos. En sus costados están situados los almacenes de granos y harinas con
una longitud de 40 por 10 metros, y al frente las viviendas, despachos, portería, cochera, cuadra, etc., formando en junto todos estos edificios un cuadrado que se aproxima á 50 metros de lado, quedando en el centro un espacioso patio para toda clase de maniobras de carros. Esta fábrica está movida por un motor eléctrico de 60 caballos de fuerza, procedente de la casa Oerlikon accionado por una derivación de la red del «Porvenir de Zamora»; en el patio aparece un pozo, que por medio de un pequeño motor eléctrico y una bomba centrífuga, eleva agua al depósito del último piso, que á su vez la suministra no sólo al reciador, sino á la red de distribución general, que en unión de un «Septic Tank» proporciona el más esmerado saneamiento posible á falta del alcantarillado general de la población. La casa constructora de la máquina ha sido la Bulhler hermanos, sistema 1909, capacidad, 20.000 kilos diarios. A la bendición e inauguración de la fábrica asistieron distinguidas personas invitadas y representantes de la prensa local. Deseamos á los señores Capdevila un éxito franco en su industria.

Cuando abrió la fábrica de Harinas de "Santa Elena" ya existía en Salamanca otra fabrica de harinas, Harinas "El Sur", que la sociedad Pérez Moneo y Cía. había construido en 1881 a orillas del Tormes, en la aceña del Muradal sobre las ruinas de un antiguo molino maquilero  (actualmente Casino del Tormes). Inicialmente obtuvo la energía de las aguas del rio hasta que una nueva compañía gestora, Moreno y Allen, modificó las instalaciones entre 1895 y 1897 dotándola de moderna maquinaria a vapor. Muy próxima, en la vecina localidad de Tejares y desde 1905, se encontraba la fábrica de harinas, además de abonos químicos y electricidad, de Don José García Martin que además de utilizar la fuerza del rio cuando era posible se servía de motores de gas pobre. Había varias fabricas más en la provincia y una buena cantidad de molinos harineros de producción artesanal, si bien su número disminuía desde finales del siglo XIX. El elevado número de empresas molturadoras no solo era consecuencia de la tradición cerealísta de la zona, sino que, como el gran aumento de tierras de labor dedicadas a su cultivo, derivaba de la política proteccionista llevada a cabo por los diversos gobiernos de España desde principios del siglo XIX, que prohibió la entrada de trigo europeo como medida para contrarrestar la crisis económica derivada de la caída del mundo colonial. 
Otra fábrica de harina quedaba por abrir en Salamanca, la fabrica de harinas "El Ángel" que en la zona del Rollo, concretamente en la Avda. Rodríguez San Pedro (hoy Comuneros), se inauguraría en 1912 por D. Luis Arias Blanco. 

En 1919, pasados 10 años de su fundación, la sociedad Hermanos Capdevila fue disuelta, quedando como socio único D. Ramón Capdevilla que colocó de nuevo en la gerencia a D. Luis. Hacia 1927 la fábrica fue remodelada, construyéndose en ese tiempo el edificio principal que albergó las oficinas de dirección y administración. Se llegó a presumir de una producción de harina de 30.000 kg diarios, al tiempo que se amplió la fabricación con otros productos como la sémola y purés y se diversificaron las actividades disponiendo de almacenes de cereales y legumbres en Gomecello y de abonos y materias primas en Cantalpino. 

En diciembre de 1950, un voraz incendio destruyó la fábrica en su totalidad y tras su progresivo abandono fue definitivamente derribada en los años 70 y su solar acomodado como bloques de viviendas.
La empresa harinera editó, creemos que en los primeros años de la década de 1930, un cuadernillo de tarjetas postales publicitarias con diversas fotografías, tanto de su interior, como de su exterior, que constituyen un testimonio excepcional de su presencia en la ciudad.

Edificios de la fábrica de harinas Santa Elena


Despacho de dirección. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca


Sección de plansichter. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Piso de tubos y empaque de piensos. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

 Cilíndros a la izquierda. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Fachada interior. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Azotea edificio principal. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Almacén de sacos. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca


Atención al público. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Camiones de distribución. Fábrica de harinas Santa Elena. Salamanca

Fuentes:

El arquitecto Francisco Gil González (1905-1962) y la arquitectura salmantina del segundo tercio del siglo XX. Sara Núñez Izquierdo
Imágenes de la Salamanca industrial (1890-1960). Museo del Comercio de Salamanca.
Historia de salamanca. Vol. V. Centro de Estudios Salmantinos.
Prensa Histórica salmantina de la época.