Portales de Camiñas


Hasta finales del siglo XIX, como podemos leer en el glosario de calles de "La Reina del Tormes" de Fernando Araujo en 1884 esta calle se  denominó "Portales de la Alberca".

Portales, o mejor soportales, por los que hubo en esta calle hasta 1989 cuando fueron derribados los últimos y Alberca por la que formaba, en el entorno, el Arroyo de Santo Domingo.
Posteriormente fue cambiado su nombre en honor a Vicente Camiñas, residente de la calle durante la primera mitad del siglo XIX con el curioso negocio de vender sanguijuelas a médicos, farmacias y sangradores; negocio, al parecer, muy lucrativo en aquella época.



Portales de Camiñas en el plano basado en
Francisco Coello de 1858 y en 2012












Vicente Camiñas y las sanguijuelas. Fotografía de Cándido Ansede


En el segundo cuarto del siglo XIX, la alberca o arroyo de Santo Domingo, aún sin soterrar, discurría por esta calle, llamada de la Alberca, que continuaba la calle Bermejeros al atravesar la plaza de la Reyna* en dirección a la plaza de San Julián. Sus casas con soportales permitían el acceso cubierto de viandantes y aseguraba el comercio y la protección de las mercancías. Allí, en el nº22, vivía Vicente Camiñas que dedicaba su tiempo al próspero negocio de la cría y venta de sanguijuelas a médicos, farmacias y sangradores, incluso las exportaba.
El uso de estos anélidos hirudíneos, Hirudo medicinalis, fue muy frecuente en la medicina europea entre los siglos XVIII y XIX, alcanzando a mediados del siglo XIX su máxima utilización. Países como Inglaterra y Francia agotaron sus reservas de estos animales y tuvieron que importarlos. Su intensa búsqueda en ríos y charcas causó un enorme descenso en la población de sanguijuelas, incluso entre las no aptas para uso medicinal, este hecho junto a la desaparición de los humedales, la contaminación con pesticidas y la introducción de especies exóticas ha provocado la práctica extinción actual de estas especies en libertad. Pocos, por no decir nadie, se han topado con una sanguijuela en su medio natural.
Don Vicente Camiñas debió ser persona notoria, no solo por el extraño, o ahora nos lo parece, oficio que ejercía, sino, tal vez, por su riqueza o por su ingenio, y lo fue hasta tal punto que aún mucho tiempo después de su muerte, la calle donde vivió era conocida popularmente como Portales de Camiñas y con tal nombre hoy es reconocida oficialmente. 
Las casas porticadas de esta calle llegaron muy deterioradas a fines del siglo XIX, cuando desaparecieron la mayoría de ellas, pero alguna sobrevivió, desapareciendo la última en 1989. 

*(La plaza de la Reina era entonces el ensanchamiento de la calle Correhuela donde hoy están la discoteca Bisú y el café teatro Berlín, aclaremos que la calle Gómez Moreno solo era un pequeño callejón sin salida y sin nombre y que el tramo de Correhuela a Gran vía no se abrió hasta, obviamente, la construcción de la Gran Vía y lo ocupaban las casas de los llamados Portales del Trigo. De la plaza de la Reina nacían hacia el norte y claramente separadas por una estrecha hilera de casas, hoy inexistentes, las calles de la Reina y de Bermejeros y hacia el sur la calle de la Alberca o Portales de la Alberca, hoy Portales de Camiñas)


© C.H. fc 10/06/15 Rev. 00